Cuando te fijas en una planta, normalmente te llama la atención sus flores, hojas, frutos, pero si te adentras un poco más, puedes comprobar que un solo individuo de cualquier planta es un ecosistema en pequeño. Por ejemplo, una cardoncha (Dipsacus fullonum), repleto de diminutos pulgones los cuales proporcionan alimento azucarado a hormigas.
Además, los mismos pulgones son devorados por innumerables depredadores que dan buena cuenta de ellos. Por ejemplo, las larvas de crisopas se alimentan de estos pequeños animales. En efectos, estas larvas son verdaderos insecticidas naturales en sentido estricto.
Fotos y textos: Antonio Miguel Pérez.
Fotos realizadas con una lupa binocular a 20 aumentos y más.
Estación Biológica de los montes de Málaga.
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