De todos es conocido los nidos que construyen las golondrinas para albergar a su prole, primavera tras primavera. Llegan entre los meses de marzo y abril programadas para la construcción de su nido, una auténtica obra de arte desde principio a fin, donde poner sus huevos y criar a su descendencia, que de eso se trata, la perpetuación de la especie.
En una pared casi lisa, de una casa en el campo, han colocado su nido esta pareja de golondrinas. En la construcción, sin embargo, han intervenido 3 individuos, 2 hembras y 1 macho. Señalo "casi lisa" porque la pared donde colocan sus nidos debe de tener algunas imperfecciones para que sus patas y uñas se aferren a la superficie para poder ir añadiendo, poco a poco, el adobe. Si os fijais a ambos lados del nido, ya casi terminado, existen varios puntos donde las golondrinas han probado la pared hasta encontrar el sitio perfecto que es donde está ahora. En la foto aparece una golondrina con adobe en su pico.
El material de construcción se compone de barro que cogen de los alrededores, ya sea de las orillas de charcos, orillas de cañadas, etc. Esta primavera es muy húmeda y eso favorece la existencia de ese material. Además, después de coger el barro, recogen pequeños restos vegetales para hacer mucho más consistente y duradero su nido. Esto es comparable con nuestro hormigón, es decir, nosotros mezclamos arena, cemento y grava, donde la mezcla resultante es muy duradera, aunque antiguamente también utilizábamos barro y paja para la construcción de nuestras casas.
Autor: Antonio Miguel Pérez.
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